Especias

Olía a especias. A pimienta, a clavo, a cayena y comino. Pasar por su lado era como entrar a la cocina de un restaurante hindú en la que están preparando pollo tikka masala. Pero no os confundáis, aunque pueda parecer lo contrario, era un aroma agradable, con un toque a nuez moscada, con una nota picante de jengibre, suave y profundo a la vez, como una canción ligera que suena de fondo, pasando inadvertida hasta que te alcanza y te conmueve por sorpresa.

Deja un comentario